La exigencia de lograr un mundo más sostenible obliga al aprovechamiento de los suelos disponibles en las obras, aún en los casos de peor calidad. Esto es posible gracias al tratamiento de dichos suelos con cemento para crear buenas plataformas de apoyo que permitan la construcción de un firme con mayor capacidad estructural y mayor durabilidad.
Además, este tipo de técnicas reducen la necesidad de material de aporte y minimizan las operaciones de transporte, convirtiéndose en una de las técnicas más sostenibles.