Las situaciones de catástrofe ya sean por causas naturales, como un terremoto, o provocadas por el hombre, como un atentado terrorista, ponen a prueba la capacidad de los servicios de emergencias y de la sociedad que las padecen. Saber coordinar y aprovechar los recursos materiales y humanos disponibles es vital para dar solución al problema cuanto antes y de la forma más eficaz posible.