Los profesionales de la educación desempeñan, junto con la familia, un papel clave en la formación de los niños y niñas. Además, debido al tiempo que pasan con ellos, pueden emplear técnicas de observación para descubrir determinadas alteraciones de conducta que puedan afectar a su desarrollo y bienestar. Este curso ofrece una formación especializada.
El/la docente debe estar preparado/a para hacer frente a estas posibles dificultades en el aula y, para ello, es importante que adquiera las habilidades necesarias para la observación, prevención e intervención en los problemas del comportamiento infantil.